Nuestra historia

IMP.NERVAE.TRAIANO.CAESARI.AVG.GERM.DAC.SACRVM

Templum in rupe Tagi superis et Caesare plenum Ars Ubi MAteria Vincitur Ipsa Sua. Quis quali dederit voto fortasse requiret cura viatorum quos nova fama iuvat. Ingentem vasta pontem qui mole peregit sacra litaturo fecit honore Lacer. Qui pontem fecit Lacer et nova templa dicavit, illic se solvunt, hic sibi vota litant. Pontem perpetui mansurum in saecula mundi fecit divina nobilis arte Lacer. Idem Romuleis templum cum Caesare divis constituit felix utraque causa sacri.

C.Iulius Lacer H(oc)S(acellum)F(ecit) et dedicavit amico Curio Lacone Igaeditano

Hunc titulum procellis abrasum Philippus IV renovari, marmori denuo incidi Elisabeth II decrevit.



Al Emperador Nerva, Trajano, César, Augusto, Germánico, Dácico, está consagrado este templo, en la roca viva del Tajo, ocupado por la Divinidad y por el César, donde el artificio mediante el que la materia se vence a sí misma. Tal vez la curiosidad de los viajeros, a quienes la celebridad de lo nuevo les agrada, indagará quién, y en virtud de qué voto, ofreció este templo. El que construyó el gran puente de vasta fábrica fue Lácer, para ofrecer con toda solemnidad los sacrificios. El que hizo el puente, Lácer, también dedicó los nuevos templos: en aquél se cumplen los votos, en éstos se les consagran las ofrendas. El ilustre Lácer, con divino arte, hizo el puente para que durase por los siglos en la perpetuidad del mundo. Él mismo llevó a cabo felizmente el templo y el puente, consagrados a los dioses romanos junto con César, una y otra obra. Cayo Julio Lácer hizo esta capilla y la dedicó a su amigo Curio Lacón Igaeditano (gentilicio de la localidad portuguesa de Idanha a Velha). Este letrero, desgastado por el temporal, lo mandó renovar Felipe IV y lo mandó grabar en mármol de nuevo Isabel II.

El Puente romano de Alcántara con la cerrada del embalse al fondo. Pasado y presente de la Ingeniería